El lanzamiento de Gemini 3 no solo marcó un avance tecnológico para Google, sino que también alteró el equilibrio en el ranking global de multimillonarios. Este 19 de noviembre, Larry Page superó a Jeff Bezos y se convirtió en la tercera persona más rica del mundo, según datos de Forbes. Una subida inesperada en las acciones de Alphabet, impulsada directamente por el anuncio de su nuevo modelo de inteligencia artificial, elevó el patrimonio del cofundador de Google en USD 7.600 millones en cuestión de horas.
La jornada comenzó con un repunte cercano al 6% en los títulos de Alphabet, que más tarde se estabilizó en una suba del 3,3%. Esta revalorización se explica por el renovado entusiasmo de los inversionistas ante las posibilidades comerciales y científicas de Gemini 3, un avance que representa un salto significativo en la carrera por el liderazgo global en inteligencia artificial. Con una participación del 3,2% en la compañía, Page capitalizó de forma directa el crecimiento bursátil de la firma con sede en Mountain View.
Con esta actualización, Elon Musk permanece como la persona más rica del planeta, con un patrimonio estimado en USD 466.200 millones. Le sigue Larry Ellison, de Oracle, con USD 276.500 millones, mientras que Jeff Bezos desciende al cuarto lugar con USD 233.600 millones. El ascenso de Page ocurre en un año en el que Alphabet ha duplicado el valor de sus acciones respecto al piso registrado en abril, acumulando un alza del 102% en 2025.
El impulso financiero de Alphabet tiene fundamentos más allá del entusiasmo por Gemini 3. En el tercer trimestre, la compañía registró más de USD 100.000 millones en ingresos, un crecimiento interanual del 16%. Uno de los motores de este desempeño fue Google Cloud, que reportó USD 15.200 millones y un aumento del 34% en comparación con el año anterior, reflejo del creciente uso empresarial de su infraestructura de inteligencia artificial. La reciente inversión de USD 4.300 millones realizada por Berkshire Hathaway reforzó aún más la confianza del mercado, en un giro llamativo dado el historial conservador de Warren Buffett frente a las tecnológicas en rápido ascenso.
Gemini 3 es el centro de esta transformación. Presentado como el primer modelo de IA capaz de demostrar razonamiento académico a nivel doctoral, ofrece una mejora del 74% sobre su versión anterior. Google anunció su integración a los servicios de búsqueda, la aplicación Gemini y herramientas empresariales, reforzando su apuesta por un ecosistema cada vez más automatizado. Su impacto ya se siente en la competencia: analistas consideran que este avance acorta la distancia frente a los modelos líderes de OpenAI y Anthropic, aunque persisten dudas sobre su monetización inmediata.
El escenario de 2025 se caracteriza por una competencia feroz. Gemini 3 se enfrenta directamente a GPT-5 de OpenAI y a Claude Sonnet 4.5 de Anthropic. En este contexto, Alphabet destina más de USD 90.000 millones anuales al desarrollo de IA, triplicando su inversión en apenas cuatro años. El sector tecnológico está hoy dominado por las llamadas “Magníficas 7”: Alphabet, Amazon, Apple, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla, que concentran un tercio del valor total del S&P 500. Alphabet, en particular, alcanzó una capitalización de mercado de USD 3.300 millones tras duplicar su valuación en lo que va del año.
Nvidia, por su parte, continúa rompiendo récords con ingresos superiores a los USD 5.000 millones en un contexto de alta demanda por chips de alto rendimiento, mientras que OpenAI consolida su posición con una valuación de USD 500.000 millones. Las tensiones comerciales por el suministro de GPUs y TPUs se mezclan con las declaraciones de líderes del sector, que advierten sobre posibles excesos y riesgos. El Banco de Inglaterra alertó sobre una potencial burbuja tecnológica, y Sam Altman reconoció la existencia de componentes “burbujosos” en la creciente fiebre por la IA.
Sundar Pichai ha insistido en que “ninguna empresa es inmune” a las correcciones del mercado, pero también subraya que la industria atraviesa una fase de avances reales, donde conviven expectativas racionales e irracionales. Para Google, este momento es “incómodamente emocionante”, un punto de inflexión que podría redefinir la siguiente década de innovación.
En paralelo, el auge de sistemas como Gemini 3 plantea un desafío que va más allá de la competencia empresarial: la fiabilidad de la información. En un entorno donde la inteligencia artificial produce y distribuye contenido a escala global, Pichai insiste en que la diversidad informativa y la veracidad deben convertirse en prioridades. Este debate adquiere relevancia en un mundo donde la tecnología determina no solo el valor de las empresas y la riqueza de sus fundadores, sino también la forma en que se construye el conocimiento colectivo.
El ascenso de Larry Page es el reflejo de un fenómeno más amplio: el poder de la inteligencia artificial para reorganizar fortunas, mercados y decisiones globales. Gemini 3 no solo impulsa a Alphabet en el mercado financiero, sino que reabre la conversación sobre el impacto social, económico y ético de la era algorítmica que ya domina el presente.













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